Así quedó mi intento de hacer pan ayer. Como el pan tiene sus tiempos de reposo, mientras lo tuve a punto se me acabó la energía para cocinar al sol, lo puse bastante tarde, sobre las 14.00, aunque en verano eso no es tarde, para estas fechas si. La temperatura estaba en 120ºC.
Lo terminé de hacer en el horno eléctrico y está comestible, aunque ya sabemos que la manera de hornear es fundamental para que salgan las cosas bien, por lo menos no lo he tenido que tirar.
Por cierto, el pan sale mucho mejor cuando se le añade levadura madre o masa madre. Ya le estoy tomando el punto y hago muchas recetas con esa masa (las nombro aunque aún no están experimentadas con el sol: rollitos de canela, torta, suizos, bollitos de leche) y queda todo muy bien.
Mientras leudaba mi pan, lo que si le pude sacar al sol fue tomate frito (los tomates los compré en el mercadillo ambulante del pueblo y me salieron más económicos por estar maduros, con la satisfacción añadida de que son de cultivo local).
Con este tipo de cocina hay que programarse muy bien, porque la fuente de energía no es controlable, es previsible si no hay nubes, pero bueno, como no dependemos únicamente de este sistema, pues lo compatibilizamos.
Hoy probaré con la mermelada de fresa, he mirado al cielo y creo que es posible, deseadme suerte.
Gracias a mis nuevos seguidores.
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